- El director del ICAR, Humberto Thomé Ortiz, explicó que este espacio cuenta con una capacidad de captación de agua de lluvia de 104 metros cúbicos, lo que equivale a 104 mil litros de agua. Además, tiene dos cisternas complementarias de 10 mil litros cada una, con ello se genera el 80 por ciento de agua útil del instituto.
Toluca, Méx; 08 de mayo de 2024. El Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), cuenta con un sistema de captación, purificación y potabilización de agua de lluvia lo que permite satisfacer el 80 por ciento de la demanda hídrica anual de este espacio universitario.
El director del ICAR, Humberto Thomé Ortiz explicó que este espacio de investigación de la UAEMéx cuenta con una capacidad de captación de agua de lluvia de 104 metros cúbicos, lo que equivale a 104 mil litros de agua. Además, tiene dos cisternas complementarias de 10 mil litros cada una, con ello se genera el 80 por ciento de agua útil del instituto.
Mientras que el otro 20 por ciento se complementa con el agua de los pozos con los que cuenta el campus; lo cual ayuda a darle movilidad al vital líquido para mantener su conductividad y sus características para el uso del consumo humano.
“El instituto se encuentra ubicado en donde no hay acceso a la red pública de agua, por ello buscamos una solución sustentable para poder satisfacer esa necesidad. Actualmente nosotros generamos el agua bebible, la de servicios, que es la que se utiliza en los baños, y el agua que se utiliza dentro de los laboratorios del instituto”, abundó.
Por su parte, la investigadora del ICAR, María de Lourdes Maya Salazar, destacó que este sistema cuenta con distintas etapas de funcionamiento para la remoción de los contaminantes, entre ellas, cuenta con un filtro que permite la eliminación de colores, olores, sabores, pH y contaminantes mayores del vital líquido.
Asimismo, cuenta con un filtro suavizador que está integrado por resinas aniónicas y catiónicas para tratar las aguas; posteriormente, pasa por un sistema de ósmosis inversa para purificar el agua y de ahí es almacenada en un tanque temporal, ya que dependiendo del uso que se le va a dar el agua es que se le da un tratamiento diferenciado.
En este sentido, Maya Salazar mencionó que el agua de lluvia tiene distintos contaminantes atmosféricos que deben de ser tratados y cumplir con los parámetros de calidad del agua establecidos en la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-2021, Agua para uso y consumo humano, por lo que el agua del ICAR es tratada bajo esta norma para su purificación.
“Cuando se comenzó con la implementación del sistema, solo se obtenía agua de servicios, es decir para los sanitarios, pero decidimos aplicar las etapas del sistema para remover contaminantes y purificar el agua, por lo que fuimos ampliando el sistema y actualmente obtenemos agua de servicio, para consumo humano y esterilizada para los laboratorios”, afirmó.
En este mismo sentido, Humberto Thomé enfatizó que al ser el primer espacio universitario en captar el agua de lluvia, se ha generado entre el alumnado, profesorado y personal administrativo una conciencia colectiva sobre el uso y el aprovechamiento del agua, creando así una cultura hídrica dentro de este espacio autosustentable.
Ante el estrés hídrico, la poca disponibilidad de agua y la falta de lluvias, explicó que el sistema continuará su funcionamiento normal, ya que solo necesita de dos a tres lluvias intensas para su llenado total y continuar con la reducción de la huella hídrica de la Autónoma mexiquense.
Finalmente, Lourdes Maya destacó que la captación de agua de lluvia es una fuente viable ante la crisis hídrica que actualmente se está viviendo, ya que todos conocemos el agua de lluvia, por lo que se le tiene que dar el uso adecuado.