• El proyecto se llevará a cabo a lo largo de 2023 para difundir obra de manufactura nacional, inédita o poco difundida, e impulsar a jóvenes intérpretes.
• Consistirá en conciertos didácticos, acompañados de otras disciplinas artísticas, que inician el sábado 25 de febrero, a las 19 horas, en La Privada Roja, un inmueble histórico recuperado en la colonia San Rafael.
• Busca atraer públicos diversos a través de una experiencia multisensorial y cultural.
Dar a conocer obra inédita o poco conocida de compositoras y compositores nacionales de música de concierto, interpretada por jóvenes mexicanos de alto nivel, es la meta de Faro de Talentos, iniciativa independiente que, a partir del 25 de febrero, realizará un ciclo de presentaciones, programado con apoyo de investigadores dedicados al rescate musical.
Durante 2023 los comensales podrán disfrutar de 11 conciertos que reunirán arte, buena cocina y algunos estrenos de música mexicana, el último sábado de cada mes en La Privada Roja (Serapio Rendón 61, colonia San Rafael), antiguo espacio arquitectónico de estilo porfiriano y gran valía histórica como centro de reunión en Ciudad de México de intelectuales, políticos y artistas de época.
“El Faro de Talentos surge de la necesidad de rescatar la música mexicana e impulsar a los músicos profesionales jóvenes. Muchos de los que participarán han tenido que irse del país para lograr lo que están haciendo: maestrías, doctorados en música en importantes universidades o tocar en orquestas. Hay una fuga de artistas que tienen un nivel muy alto. Aquí buscamos que puedan presentarse en México, recuperar algo de esa fuga”, considera Mercedes Romero, autora del proyecto.
Romero, violinista de profesión, creó esta iniciativa junto con el director fundador de La Privada Roja, Alfonso del Valle Azcué, artista plástico también dedicado al rescate de inmuebles antiguos, y el empresario Emiliano del Valle Harp, promotor cultural del Faro de Talentos.
“Queremos rescatar y tocar las obras de compositores mexicanos nuevos y olvidados, además de difundir los proyectos de artistas que viven en México o el extranjero. No hay centros culturales con un proyecto como éste”, destaca la también curadora del programa, que contempla la grabación de piezas de obra nueva que se presenten en su marco.
Los organizadores buscan cambiar la manera de conocer y escuchar la música clásica, sumando otras artes como pintura, danza, cine y gastronomía a cada concierto, para eliminar el estigma de que este género musical es aburrido o de que solo interesa a cierto sector.
Antes de cada presentación -con aforo para 40 personas- habrá una charla introductoria para una mejor comprensión. Los programas incluirán al menos una obra mexicana inédita o rescatada, seleccionada conjuntamente con investigadores mexicanos residentes en el país o fuera de él.
UNA EXPERIENCIA MULTISENSORIAL
Con cada boleto ($250 pesos) se incluye la degustación de una copa de vino al final del concierto. Además, los tres restaurantes alojados dentro de la Privada Roja (Mimbre, de cocina mexicana e italiana; La ostia, de tapas y vinos, y Natsukashi, de comida japonesa) diseñarán un menú o platillo alusivo al programa musical en turno, por ejemplo, inspirado en la gastronomía de su época.
La inauguración correrá a cargo de José Alfredo Amezcua, originario de Paracho (Michoacán) y ganador de premios nacionales e internacionales, quien dará un concierto de guitarra clásica.
De vuelta de una residencia de posgrado en Valencia, España, Amezcua interpretará obras de ese país de los siglos 19 y 20 y cerrará a dueto con Mercedes Romero, con el estreno de Tierra Mestiza, del compositor mexicano Gerardo Tamez. Ese día la música maridará con la pintura, pues al finalizar el recital se rifará un cuadro de Alfonso del Valle.
Los siguientes conciertos tendrán en marzo al cuarteto Delfos de guitarra, que interpretará arreglos propios de un repertorio diverso; en abril, al pianista y cantante José Luis Gonzales con un ciclo para para voz y piano; y en mayo, a Mercedes Romero con un repertorio de violín y piano en el que tocará obras de autores nacionales como Ricardo Castro, Manuel M. Ponce, Rafael Galindo, Juan Reynoso, José F. Hernández y una pieza propia; además, estrenará una obra inédita del compositor Rafael Galindo, edición del acervo del investigador y musicólogo Emmanuel Pool.
Habrá otras rarezas, como un programa dedicado al fagot, con arreglos especiales y acompañamiento de piano, a cargo de Erik Javier López, quien realiza sus estudios en la Universidad de Georgia, en Estados Unidos.
“A mediados de año tendremos un concierto de ópera mexicana: nuestra historia contada desde la voz”, adelanta Romero. “Un repaso de las arias operísticas escritas en el territorio que ahora es México, desde el virreinato hasta el siglo XX”. Participarán las sopranos mexicanas Aurora Sanz soprano y Diana Mata, bajo la dirección de la investigadora y productora de ópera Enid Negrete.
UN ESPACIO LLENO DE HISTORIA
La privada roja se aloja en un inmueble construido en 1907, cuyo nombre se debe al color de sus ladrillos. Antes de su abandono en la década de los 40, solía ser punto de encuentro de artistas de vanguardia como Frida Kahlo, Diego Rivera y Tina Modotti o figuras políticas como Francisco I. Madero. Fue rescatado en la década de los 90 y actualmente está habilitado como recinto cultural y de comercio boutique, donde se despliegan artes plásticas, tardes de jazz y otras actividades.
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