• Señalan que su vida y obra son legados para el Estado de México y difundidos en el museo que lleva su nombre, ubicado en el corazón de Toluca.
• Destacan que fusionar las culturas mexicana y japonesa fue una de sus constantes en su periplo creador.
Toluca, Estado de México, 5 de febrero de 2021. El Estado de México cuenta entre su legado artístico con muchos nombres que han universalizado a la entidad con su obra. Ejemplo de esto es Luis Nishizawa Flores, pintor nacido en el municipio de Cuautitlán, en 1918.
Para recordarlo, la Secretaría de Cultura y Turismo llevó a cabo el conversatorio “103 años del natalicio del maestro Luis Nishizawa: vida y obra”, a través del programa Cultura y Deporte en un Click 3.0, el cual ha sido visto por miles de personas que disfrutan de las actividades que ahí organizan.
En esta charla, moderada por Ivett Tinoco García, Directora General de Patrimonio y Servicios Culturales, participaron Adriana Nishizawa, hija del artista, Mercedes Aspe, artista y alumna del maestro, e Irma Aguilar, Directora del Corredor de la Plástica, del cual uno de los tres museos que lo conforman está dedicado al pintor mexiquense.
“Quiero, de alguna manera, el día de hoy, hacer un reconocimiento a todas esas personas que, a lo largo de estos años, desde que él ya no está, se han acercado a mí y me han compartido anécdotas, recuerdos de mi padre, muchos alumnos a los que marcó como artistas y otros que en forma personal también les dejó una huella de cariño”, afirmó Adriana.
Las ponentes coincidieron en que su grandeza se refleja en su obra, así, vida y obra son legados para el Estado de México que se difunden en el museo que fue muchos años su taller.
“Muchas veces estaba tan metido en su trabajo que no tenía tiempo para nosotros, y aun así nos regalaba una sonrisa, pero fue muy distinto con los nietos. A mi hija Sofía le enseñó a contar, a sumar, cosas de matemáticas y a tocar el piano”, agregó Adriana.
Por su parte, Mercedes Aspe señaló que Nishizawa es uno de los grandes pintores de su época, destacó que con gran maestría manejaba distintos materiales, recordó que el artista decía que una cosa, sin importar como fuera, tenía que durar por lo menos cien años inalterable, por lo que buscaba que su técnica fuera perfecta.
Agregó que ella le comentó en clase “Y si hago una porquería, y él contestó, pues tu porquería debe durar cien años”, porque la técnica que él enseñaba era eso, perfección para permanecer, tal como sus obras que se admiran tan vivas y mueven sentimientos en quien las ve.
Así, las participantes aplaudieron que para cada una de ellas el maestro mostró siempre un gran corazón y un alma de niño, además de que supo perfectamente combinar las culturas mexicana y japonesa, las cuales fueron constantes en su periplo creador, pero también en hábitos, disciplina y tradiciones.
Para disfrutar de actividades como ésta, la Secretaría de Cultura y Turismo invita a seguir sus redes sociales para conocer más cosas interesantes, en Facebook y Twitter @CulturaEdomex