- Por su pertinencia y funcionalidad los proyectos que se desarrollan al interior del CICBA de la UAEMéx tienen impacto a nivel regional, estatal, nacional e internacional.
- La patente de deshidratador de alimentos del investigador y coordinador del CICBA, Moisés Tejocote Pérez, ya se encuentra en modalidad de explotación ante empresarios europeos.
Toluca, Méx; 31 de mayo de 2023. Con el propósito de resolver necesidades del sector empresarial y gubernamental en materia ambiental, el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) desarrolla proyectos con alcance regional, estatal, nacional e internacional, a través de un modelo de utilidad, patentes, diseños industriales, desarrollo tecnológico, transferencia de tecnologías y venta de servicios.
El coordinador del CICBA, Moisés Tejocote Pérez, explicó que, a 8 años de vida del Centro, han generado contacto, como prioridad, con el sector productivo del Estado de México, pero la pertinencia de los proyectos ha tenido alcance a nivel nacional en entidades como Jalisco, Guerrero, Veracruz y Yucatán.
“Es un Centro que día a día busca los mecanismos, desarrolla y crea métodos, diseña innovaciones, mejora propuestas y está muy en contacto con la parte normativa de México en materia ambiental, de salud, de alimentación, de producción, de manejo de residuos de alimentación orgánica para un beneficio a la sociedad desde el área de la biología”, expuso.
Aunque a través de sus dos cuerpos académicos y 7 investigadores desarrollan distintos proyectos e investigaciones, hay tres que han destacado por el impacto, avance o alcance que pueden tener a corto, mediano y largo plazo a favor del ambiente y la economía circular, incluso, a nivel internacional.
Uno de ellos es un deshidratador de alimentos, el cual ya fue patentado en 2019 y actualmente se encuentra en la modalidad de explotación con empresarios europeos que lo consideran óptimo para generar seguridad alimentaria con alcance mundial.
Se trata de un proyecto de un deshidratador de alimentos de productos cárnicos, semillas, frutas, verduras, perecederos, hongos, todo tipo de alimentos con alta eficiencia de extracción de humedad, de alrededor del 90 por ciento, dejando solo el 10 por ciento en el alimento que está concentrado en forma de pulverizado, preserva los nutrientes funcionales de los alimentos y minimiza los costos de operación y de logística porque en el traslado de materias primas reduce el peso.
“Este proyecto ha permitido que nos vinculemos con las empresas y los inversionistas extranjeros para presentar el primer prototipo de inversión de ciencia y tecnología y ya vamos por muy buen camino; se presentó hace 15 días ante inversionistas europeos y el proyecto está avanzando”, refirió.
Otro de los proyectos que han tenido impacto en diversos municipios mexiquenses es el sistema de producción de biogás o energía limpia, el cual se monta aprovechando el estiércol diseñando un biodigestor de acuerdo a las necesidades de los productores, ya sea en forma vertical, horizontal con muchos aditivos o lo que sea necesario para lograr una digestión al 100 por ciento de los residuos.
“Ya se sabía que con el estiércol se puede sacar gas metano, hay muchos sistemas en el estado de México, pero no son tan eficientes, entonces nosotros estamos aplicando un nuevo prototipo que es un sistema de biodigestores y sobre todo son hechos para el campesino de México, no es una tecnología que tengamos que adoptar de otro país, nosotros vamos y diseñamos un biodigestor de acuerdo a sus necesidades”, aseguró.
El CICBA al tener un perfil interdisciplinario, se apoya en investigadores de otros centros universitarios y facultades de la UAEMéx, como ocurre con el prototipo de un biorestaurante que se realiza con la Facultad de Arquitectura y Diseño.
Esta propuesta está proyectada para edificarse en el municipio de Jiquipilco y tiene el propósito de generar cultura ambiental en los comensales.
Tejocote Pérez afirmó que el Centro además de permitir que el conocimiento sea aplicado, permite que haya generación de economía y empleo, lo que a su vez tiene una repercusión en el medio ambiente porque el productor reconoce lo valioso de cuidar los recursos naturales para lograr una economía circular.