• La responsable del servicio de Gerontología en la CMS de la UAEMéx, Itzayana Méndez Ramírez, dijo que la aplicación de vacunas contra la influenza y neumococo reduce hasta 77 % la posibilidad de contraer una enfermedad respiratoria.
• Recomendó el consumo mínimo de 1.5 litros de agua en adultos mayores para que estén lo suficientemente hidratados durante la temporada invernal.
Toluca, Méx; 28 de diciembre de 2022. Los adultos mayores de 65 años, población vulnerable al descenso de temperaturas por la temporada invernal, deben tomar medidas específicas que prevengan enfermedades respiratorias o una posible hospitalización, indicó la responsable del servicio de Gerontología en la Clínica Multidisciplinaria de Salud (CMS) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Itzayana Méndez Ramírez.
Explicó que la aplicación anual de los esquemas de vacunación contra la influenza estacional y el neumococo es una herramienta indispensable porque reduce en un 77 por ciento la incidencia de enfermedades respiratorias graves y posibles hospitalizaciones en los adultos mayores.
Asimismo, refirió que no se debe subestimar el grado de resfriado que presente un adulto mayor, ya que puede complicarse rápidamente, sobre todo si padece una enfermedad crónico-degenerativa que ha debilitado su sistema inmunológico.
En ese sentido, recomendó que la alimentación para este sector de la población debe ser rica en proteínas, carbohidratos y grasas, así como vitaminas y antioxidantes, acompañada de una adecuada hidratación en la que se considere beber un mínimo de 1.5 litros diarios de agua.
“Durante el invierno hay una tendencia a consumir bebidas calientes como café y chocolate, pero no tomamos agua. Los tecitos y cafecitos en los adultos mayores suelen generar mucha deshidratación y al haber mayor ingesta de proteínas y carbohidratos por el frío, lo más recomendable es que tengan un consumo mínimo de 1.5 litros de agua”, refirió.
La universitaria dijo que es imprescindible evitar los cambios bruscos de temperatura y recomendó el uso de ropa adecuada que evite la pérdida de calor corporal, ya que la piel de los adultos mayores, por el envejecimiento, es más delgada, tienen menos grasa subcutánea y, por lo tanto, no regula la temperatura de su cuerpo.
Indicó que es necesario evitar la automedicación porque puede agravar una enfermedad que no está bien diagnosticada, sobre todo en una temporada en la que es frecuente que se registren casos de covid, influenza o resfriados.
La universitaria exhortó a mantener las medidas sanitarias anticovid, es decir, el uso de cubrebocas, el lavado constante de manos y evitar lugares con alta afluencia de personas.