La antocha olímpica es una parte icónica de los Juegos, y cada edición cuenta con un diseño especial y único de este símbolo. La antorcha de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 no es una excepción, y recibe el nombre de ‘Flying’ (飞扬 Fei Yang).
Pekín es la primera ciudad en albergar tanto los Juegos Olímpicos de Verano como los de Invierno. El diseño de la antorcha para los Juegos de 2022 rinde homenaje al legado olímpico en la capital china, y por eso presenta un diseño similar al del pebetero de los Juegos de 2008, que asemejaba un pergamino gigante enrollado.
El diseño de la antorcha está lleno de dinamismo y vitalidad, con un diseño en espiral que se asemeja a una cinta en movimiento donde se asienta la llama olímpica. El emblema de Beijing 2022 aparece en la sección media de la antorcha, mientras que la línea roja que rodea el cuerpo de la antorcha en espiral representa la gran muralla china, las pistas de ski de los Juegos y incansable búsqueda por parte de la humanidad de luz, paz y excelencia.
El uso del rojo y la plata como colores principales para la antorcha son una metáfora del fuego y el hielo, simbolizando así cómo la antorcha brindará ‘luz y calidez al mundo de la nieve y el hielo’.
La elección del color de la antorcha, así como el estampado de nubes que cubre su empuñadura, son un guiño a la antorcha de Beijing 2008, según su diseñador, Li Jianye.
«Al usar la misma combinación de colores y compartir elementos artísticos parecidos a los de la antorcha de 2008, nuestro objetivo es extender un auspicioso saludo al mundo tal y como hicimos en los Juegos de Verano, y mostrar la rica cultura olímpica de Pekín», ha señalado Li.
Durante el relevo de la antorcha, se mostrará una característica única de su diseño: sus portadores podrán pasarse la llama entrelazando las partes superiores de ambas antorchas. Este gesto simbolizará la visión de Beijing 2022 de ‘promover el entendimiento mutuo y el respeto entre las diversas culturas’.
Fabricada con materiales hechos de fibra de carbono, la antorcha es liviana, resistente a las altas temperaturas y está alimentada principalmente de hidrógeno (por tanto es libre de emisiones). Esta característica está en consonancia con el esfuerzo del Comité Organizador de Pekín de organizar unos ‘Juegos verdes y tecnológicamente avanzados’.
El diseño final fue elegido en un concurso global, de entre 182 propuestas diferentes.