La Ceremonia de Apertura ha unido tradición, tecnología y un mensaje de esperanza para poner en marcha los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Desde un asombroso despliegue con drones a la superestrella japonesa del tenis Naomi Osaka encendiendo el pebetero Olímpico, han sido cuatro horas de emoción y belleza en el Estadio Olímpico de la capital.
Demos un repaso a los mejores momentos de la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Un año más tarde de lo esperado, pero finalmente la bandera Olímpica ha entrado en el Estadio Olímpico de Tokio. Con ocho niños abriendo el paso, los abanderados, incluidos el dos veces campeón Olímpico de halterofilia MIYAKE Yoshinobu, TAKAHASHI Naoko, campeona Olímpica de maratón de Sídney 2000, TABATA Momoha, medallista en los Juegos Olímpicos de la Juventud (curling) y DOHI Keita (escalada deportiva), además de ASABA Mizuki, trabajadora en labores de rescate, y el percusionista SAKAI Hibiki.
A medida que la bandera era alzada por miembros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, la conocida cantante MISIA hacía una poderosa interpretación del himno nacional Kimi Ga Yo. Actuando con un vestido blanco y un decorado con los colores del arco iris, la artista de 43 años ha recibido muchas alabanzas por su poderosa voz.
A medida que los atletas iban tomando posiciones en el estadio, los intérpretes han colocado 45 bloques para formar una flor y posteriormente le han dado la vuelta para formar el Emblema de Tokio 2020.
Después ha llegado el momento más espectacular. Han aparecido 1.824 drones para formar el emblema y, según se iban elevando sobre el Estadio Olímpico, han formado un globo terráqueo. El despliegue de drones ha podido verse brillando sobre el cielo de Tokio.
Pensada y adaptada para la Ceremonia de Apertura de Tokio 2020, por el legendario compositor Hans Zimmer, la canción fue interpretada por las superestrellas musicales John Legend y Keith Urban, junto a Suginami Junior Chorus, Alejandro Sanz, Angélique Kidjo, Mike Knobloch y las baterías de TAIKOPROJECT.
Finalmente, luego de visitar 47 prefecturas de Japón, por 121 días, la llama Olímpica llegó al estadio. Aproximadamente, unas 10.000 personas portaron la llama a lo largo del camino y, luego de que los últimos portadores avanzaran por el estadio hacia su destino final, la superestrella del tenis Naomi Osaka fue la encargada de encender el pebetero Olímpico.
De forma similar a como fue el encendido del pebetero de Tokio 1964, hace 57 años, en manos de YOSHINORI Sakai, Osaka subió las escaleras hacia una esfera que se abrió como una flor, simbolizando la esperanza y la vitalidad.